Feria del libro virtual
Este año se llevó a cabo la presentación de varias ferias del libro de manera virtual. Debido a la pandemia por covid-19, los organizares de estos eventos se dieron a la tarea de planear talleres, conferencias y presentaciones de tal manera que pudieran llegar a la mayor cantidad de personas a través de las redes sociales. Como se sabe, uno de los motivos por los cuales se realizan las ferias es para dar a conocer el mundo de la edición, permiten que tanto lectoras como lectores conozcan las nuevas propuestas editoriales, las promociones y, sobre todo, entren en contacto con los libros. Sin embargo, este año no fue posible esta última actividad y, por lo tanto, la venta del libro se vio afectada.
Cuando acudimos a una feria, la interacción física con los libros provoca la necesidad de comprar uno o varios textos en un solo día. Ahora, la experiencia fue distinta, ya que la emoción para adquirir un libro disminuye si la interfaz de la librería online no es amigable con el comprador. Asimismo, la manera en que las ferias realizan la promoción de los autores/as es decisiva para que el lector se interese por las obras. En la FILO (Feria Internacional del Libro en Oaxaca) se llevaron a cabo diferentes charlas y durante su transmisión se colocaban los enlaces para adquirir los textos relacionados con los ponentes o con el tema que se estaba tratando. Sin embargo, intenté acceder a un libro que llamó mi atención durante una platica, pero el link que colocaron para su compra era incorrecto y no pude obtener el libro.
Considero que llevar las actividades de manera virtual tuvo aciertos y desventajas; por un lado, se podía acceder a las conferencias en cualquier momento, porque quedaban guardadas en diferentes plataformas; por otro lado, existieron fallas en la conexión y la atención se perdía con facilidad; hubo varios silencios incómodos por parte de los exponentes, pues no sabían si esperar a que la conexión se estableciera o seguir conversando en ausencia del ponente.
Por último, creo que la experiencia de asistir a una feria del libro a la distancia no es la misma que se obtiene de manera presencial; no obstante, se reconoce el esfuerzo por parte de los organizadores, pues en medio de la incertidumbre que se vive por la pandemia, escapamos por unos minutos al mundo de los libros.
